A veces creemos que lo estamos haciendo todo bien: trabajamos, cuidamos, sostenemos el hogar, no fallamos ni un día. Pero hay un punto que no siempre nos atrevemos a mirar de frente: ¿qué pasa cuando el otro padre o madre no cumple con la obligación de dar alimentos a sus hijos?. Y lo digo con claridad: eso no es solo una irresponsabilidad. Es un delito.
¿Qué dice la ley?
El artículo 233 del Código Penal Colombiano castiga a quien se sustraiga, sin justa causa, de la obligación de prestar alimentos legalmente establecidos.
La pena va de 32 a 72 meses de prisión, más una multa de 20 a 37.5 salarios mínimos.
No es necesario que desaparezca por completo ni que jamás haya pagado. Basta con que omita injustificadamente, incluso parcialmente, una obligación que sí puede cumplir.
Y lo peor: muchas veces quien calla, carga con todo… y protege al agresor.}

Madres cabeza de familia: no es solo tu lucha, es un deber social
En Colombia, más del 35 % de los hogares con niños están encabezados por madres solteras. ¿Sabes cuántas denuncian cuando el otro padre no responde?, Muy pocas!
Por miedo. Por costumbre. Por no “hacer lío”.
Y sin embargo, seguimos asumiendo solas la carga económica, física, emocional y afectiva. Y a eso también hay que ponerle nombre: injusticia.
Si tú, como madre cabeza de familia, decides no denunciar, quiero que sepas algo difícil pero necesario: estás encubriendo un delito!!, si no haces valer la ley, si permites el incumplimiento sabiendo que está ocurriendo, estás facilitando que ese delito continúe.
Esto no es solo por ti
Denunciar no es venganza. No es odio. Es proteger a tus hijos. Es proteger la idea misma de justicia. Es enseñarle a tu hijo o hija que no está bien que alguien huya de sus responsabilidades. Es decirle a la sociedad que criar no es una opción, es un deber.
No se trata solo de tu caso. Se trata de la apuesta por una sociedad más justa, más valiente, más responsable.
No justifiques el abandono. No normalices la ausencia.
La carga de la maternidad no puede seguir recayendo solo en una mujer que lo da todo. El abandono no se justifica. La negligencia no se explica. La inasistencia no se perdona. Se denuncia!
Si esto te duele o te remueve, es porque sabes que ya es hora, ya basta de callar, basta de sostener lo insostenible.
No estás sola. No tienes por qué hacerlo todo sola. Y no tienes que quedarte en silencio.
Denunciar es un acto de amor.
- Es defender a tus hijos.
- Es recuperar tu dignidad.
- Es recordarle a quien no cumple que ser padre o madre no se negocia, se ejerce.